Fiestas decembrinas, ocasión para transmitir valores a los niños

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Fiestas decembrinas, ocasión para transmitir valores a los niños

Las fiestas de fin de año se caracterizan por las reuniones familiares y la convivencia, por lo que es una fecha idónea para transmitir valores y guiar la conducta de los niños.

Incluso viéndolo desde un punto de vista laico, estas festividades pueden ser utilizadas de modo pedagógico por los padres de familia.

Algunos de los valores que se pueden fortalecer en los niños son la unión familiar, la generosidad, la amistad, la justicia y equidad, la colaboración y la cooperación, a través de actividades dentro del hogar:

  • Durante los encuentros familiares y con amigos podemos inculcar en nuestros hijos la importancia de la convivencia y la comunicación. Es decir, hacer de cada una de las reuniones un espacio propicio para platicar con los demás y escucharlos realmente.
  • Actividades como adornar la casa y preparar la cena, son excelentes oportunidades para invitar a los niños en dinámicas que requieren colaboración y cooperación. El seno de la familia es el espacio ideal para que los niños aprendan observando el comportamiento de los adultos significativos en sus vidas.
  • No es necesario salir de viaje para pasar ratos agradables en familia. Los días libres de trabajo en la oficina pueden ser aprovechados para convivir más con los niños en actividades que durante los días laborables se ven reducidas al mínimo, como jugar con ellos, ver alguna película o leer cuentos juntos.
  • La convivencia es uno de los aspectos que más deben fomentarse en esta temporada, pues ésta depende el desarrollo de habilidades socioemocionales en la infancia: es a través del diálogo y la comunicación constante y asertiva con los padres, como se da el intercambio de información que los niños utilizarán en su interacción con otras personas y en otros escenarios.
  • El valor de la justicia y la equidad es un tanto difícil de entender para los niños pequeños, pero pueden empezar por aprender a compartir desde el tiempo y la atención de los adultos, hasta los juguetes, a tomar turnos, entendiendo que su derecho a disfrutar de algo es exactamente igual al derecho de los demás y que por lo tanto “se debe negociar” para repartirlo equitativamente.
  • Durante estos días de convivencia también es posible inculcar algunos conceptos para forjar en ellos actitudes de responsabilidad y respeto. Existen cuatro reglas básicas, sencillas y específicas:
  • Si tú lo sacaste, tú lo guardas.
  • Siempre regresa las cosas a su lugar y no tomes nada ajeno sin permiso.
  • Respeto para todos quiere decir no pegar, no interrumpir, no decir cosas feas y esperar un turno.