Logra una educación integral con valores, disciplina e Inteligencia emocional

Los valores, la disciplina positiva y la inteligencia emocional son herramientas fundamentales para la formación de los niños, pues se complementan entre ellas para dar como resultado una educación integral desde los primeros meses de vida y que los capacita para toda su vida. El sistema educativo de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI) contempla estos tres aspectos:

• Los Valores. Para promover su desarrollo como personas íntegras es indispensable que en la educación de los niños se enfaticen valores fundamentales como: tranquilidad personal, amistad, honestidad, empatía/compasión, autosuficiencia, valor, lealtad, amor y compromiso con la familia, respeto, sensibilidad, amabilidad y justicia, entre otros. Estos valores se aprenden día con día en el seno de la familia y en su entorno cotidiano.
• La Disciplina Positiva es fundamental para guiar la conducta de los niños de una manera respetuosa pero consistente. Este estilo de disciplina se basa en el establecimiento de límites claros y permanentes que, cuando son transgredidos, tienen consecuencias lógicas y previamente determinadas en lugar de castigos. Además, se presentan al niño alternativas para "actuar correctamente" en cada situación.
• La Inteligencia Emocional es la que nos permite reconocer y manejar adecuadamente las emociones propias y ajenas en nuestro favor. Desarrollar este tipo de inteligencia y no sólo la inteligencia cognoscitiva es un ingrediente fundamental del éxito y fomenta una elevada autoestima.

 

Convicción y compromiso como elementos integradores

Para estos tres aspectos puedan integrarse en la educación del niño, es necesaria la convicción y el compromiso de maestros y papás. De esta forma se podrán poner en práctica todas las habilidades y conocimientos en beneficio de la educación de sus hijos o alumnos.

Además, si los padres de familia están alineados con el método educativo de los maestros, también podrán contribuir en casa a crear un ambiente congruente y estable en la formación que reciben los niños.